Un niño tiene derecho a ser observado con intencionalidad pedagógica por el docente.
Tiene derecho a ser llamado por el nombre que sus padres eligieron para él.
Derecho a jugar todos los días.
Derecho a no ser expuesto frente a los demás.
Derecho a ser querido.
Derecho a expresar sus sentimientos a través de distintos lenguajes.
Derecho a que no se rían de él cuando se equivoque, aunque sea gracioso para los adultos.
Derecho a llorar aunque sea varón.
Derecho a no dormir si no tiene sueño.
Derecho a ser abrazado aunque esté sucio.
Derecho a no comprender las bromas del docente, cuando lo amenaza dulcemente con irse si sigue portándose mal.
Derecho a la presencia del adulto, aunque esté dormido en la cuna.
Derecho a hacerse pis sin que lo reten, aunque pertenezca al bando de los que ya aprendió.
Derecho a no saber quién empezó con la pelea, aunque la señorita le diga que va a premiar a quién diga la verdad.
Derecho a que siempre se espere algo bueno de él, aunque demuestre lo contrario.